sábado, 11 de febrero de 2012

El hombre melancólico

Me gusta conocer gente, nueva y diferente. A veces puede ser tan impredecible que te sorprende todo lo que pueden llegar a enseñarte.
Recientemente conocí a un chico que modifico completamente mi forma de ver a los demás. Él es siempre muy reservado, tal vez un poco imponente al momento de expresarse en clase o en la forma en que se mueve. 
Fueron para mi toda una sorpresa las primeras platicas que entablamos y más aún saber lo que estaba detrás de esa apariencia.
Un corazón noble que a momentos se ve opacado por el uso de la razón. El hambre de conocimiento es notorio, pero detrás de esa seguridad imponente hay más miedos y penas de los que seguramente querrá admitir. Un compañero que sabe lo que quiere y seguramente agotara todos los medios para llegar a sus metas.
No lo conozco lo suficiente como para asegurar que las lineas anteriores sean del todo ciertas, pero de algo si puedo estar completamente segura, me dará más sorpresas de las que podría suponer.

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